De la disolucion de los cadaveres en acido

   
 


 

 

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De la disolución de los cadáveres en ácido.

 

Aunque este tema no sea de entomología, me pareció interesante colocar en la web algunos datos tomados de la autobiografía del profesor Keith Simpson, patólogo del Home office.

El libro se llama Forty Years of Murder, o sea Cuarenta Años de Asesinatos.

Yo realicé una traducción, poquito a poco, y tenía la esperanza de que se publicara, porque es una obra interesante para todos los que pueden tener que ver con lo forense.

Una cosa que me preocupa, es que los medios (incluida la web) siguen propagando versiones sensacionalistas de los casos criminales. En fin: aquí va.


Forty Years of Murder. Prof. Keith Simpson. Granada Publishing limited, Panther Books, 1980. (Edición en rústica). Edición original: George G. Harrap & Co., London, 1978.

 


Acid Bath’ Haigh & the undissolved gallstone - (Haigh “Baño de ácido” y el cálculo biliar sin disolver) - Capítulo 15

 

Resumen: John George Haigh, “menudo, bien vestido y atento”, invitó a la Sra. Durand-Deacon, rica y ya entrada en años, a visitar su fábrica de uñas artificiales. Al día siguiente le dijo a una amiga común que ella no había aparecido. Cuando pasó un día más, la amiga denunció la desaparición de la dama.


Citas directas:

“Él se ofreció a acompañarla porque pensó que ‘podía ayudar’ – impresionante lítote."

 

“Una mujer policía, la sargento Lambourne, recibió el caso, y eso fue mala suerte para Haigh, porque ella desconfió de él a primera vista. Su malestar se hizo mayor cuando el gerente del hotel dijo que Haigh estaba tardando en pagar su cuenta. La sargento Lambourne informó de sus sospechas al Inspector Detective Divisional Shelley Symes, quien consultó la Oficina de Registros Criminales (Criminal Record Office) de Scotland Yard. ¿Haigh? Sí, tenía antecedentes, en efecto: fraude, robo, manejos turbios; convicciones en Nottingham, Surrey y Londres. Hasta ahora, nadie le había achacado un crimen de violencia. Nadie tenía la menor sospecha de que había cometido por lo menos cinco asesinatos en los cinco años previos: que una familia de tres McSwanns y un Doctor Archibald Henderson y Señora se habían borrado de Londres sin dejar rastro… y todo ello, para muy considerable provecho financiero de Haigh."

 (El resaltado es mío.)

“El Inspector Shelley Symes vio a Haigh en el hotel y se enteró de que su supuesta fábrica se encontraba en Crawley. Resultó ser poco más que un depósito, en Leopold Road. Cuando la policía de Sussex la examinó, halló un revolver Enfield .38 y ocho cargadores, tres bombonas de ácido sulfúrico concentrado y ropa protectora de goma, y un recibo de un tintorero de Reigate por un tapado de astrakán. El último ítem fue el que más interesó al Inspector Syme, porque la señora Durand-Deacon tenía puesto un tapado de Astracán cuando salió del hotel, y el recibo del tintorero estaba fechado el 19 de febrero, el día después de su desaparición. Después llegó el informe de que las joyas de la mujer se habían vendido a una tienda en Horsham por 100 libras. Haigh, que todavía estaba en el hotel, todavía ansioso por ayudar a la policía, fue invitado a regresar a la estación de policía de Chelsea a las 4.15 p.m. el 28 de febrero.”


Continúa el resumen:  

Cuando Haigh vio “que no se iba a escapar hablando”, preguntó cual era la posibilidad de ser liberado de Broadmoor (prisión para delincuentes mentalmente perturbados).

Simpson observa que la probabilidad es aproximadamente de 150 a uno, en contra; pero el inspector “muy correctamente” no respondió.

Haigh continuó diciendo que lo que había pasado era increíble, que no iban a creerle.

Le hicieron las advertencias del caso. Estaba dispuesto a confesar, porque creía a) que no había rastros de la víctima y b) que la justicia necesita restos tangibles para seguir el caso. Su declaración: que había destruido el cuerpo con ácido.


Citas directas:

“¿Cómo van a demostrar que hubo homicidio si no hay cuerpo?

“(…) en realidad Haigh estaba doblemente equivocado. Primero porque la Corona tiene que demostrar un crimen, no mostrar un cadáver (…) Segundo, porque no habían desaparecido todos los rastros de la Sra. Durand-Deacon, como iba a demostrarlo yo.”


Eso lleva a la gran escena de Simpson. Pero antes mencionemos que Haigh, para demostrar que estaba “loco”, describió cómo había asesinado a la señora Durand-Deacon, a la familia McSwann y al matrimonio Henderson, y bebido una copita de su sangre. Según la confesión, la señora Durand-Deacon fue asesinada de un disparo en la cabeza. Después “realizando una incisión en el costado de la garganta con un cortaplumas, colectó su reglamentaria copa de sangre y la bebió, o eso dijo.”   Tomó el tapado de Astrakán y las joyas de la mujer y puso el cadáver con el resto de las ropas en un tanque de acero de 40 galones. Se fue a comer algo y a su regreso bombeó ácido sulfúrico concentrado al interior del tanque.


(40 galones = 151,4164712 litros. http://www.unitsconversion.com.ar/esp/conversionunidadesvolumen/galon-litro.htm).


Citas directas (los resaltados siempre míos).

“Tres días más tarde, Haigh había ido a Crawley a examinar su obra. Después de espumar un poco de grasa y arrojarla en el suelo afuera del depósito, había bombeado más ácido al interior del tanque. Al día siguiente, juzgando que la descomposición era completa, había derramado el contenido del tanque afuera del depósito. Su arresto y confesión ocurrieron siete días más tarde.”

(Y allá fue el doctor Keith Simpson, sin mucha esperanza de encontrar algo más que sedimentos residuales...)

“… pero en el camino medité sobre las partes del cuerpo que podían, concebiblemente, haber escapado a la destrucción.”

“El suelo afuera del depósito era tosco, con muchas piedrecitas entre la tierra. Casi de inmediato, y me imagino que de manera bastante impresionante, recogí una y la examiné con una lupa. Era más o menos del tamaño de una cereza y se parecía mucho a las otras piedras, excepto que tenía facetas.

“Creo que esto es un cálculo biliar, dije…”

Y cuando un oficial de policía habló del hallazgo afortunado, Simpson respondió que había estado buscando el cálculo: la persona fallecida era anciana y bastante gruesa.

“Los cálculos están cubiertos de una sustancia grasa que debe resistir la acción disolvente del ácido sulfúrico.”

Pero había más.

“Incrustadas en una sustancia espesa, chamuscada y grasosa, observé varias masas de hueso erosionado. Con rayos X, la más grande resultó ser la mayor parte de un pie izquierdo."


Como se ve, sí había residuos del cadáver. Así lo cuenta Simpson:

“Estos descubrimientos eran excitantes, y yo confiaba en que se podrían encontrar cosas más interesantes en el sedimento. Pero no allí. Esta masa grasosa y granulosa que cubría un área de seis por cuatro pies, y tres o cuatro pulgadas de espesor, requería un tamizado paciente e inspección en un laboratorio. Le pedí a Mahon que hiciera llevar todo al Laboratorio de la Policía Metropolitana (Metropolitan Police Laboratory), y él de inmediato puso a sus hombres a levantar la masa y empacarla en cajones de madera. Unas 475 libras de grasa y tierra se transportaron a Scotland Yard.”


(Seis pies = 1.8288 m. Cuatro pies = 1.2192 m. Cuatro pulgadas = 0.1016 m. 475 libras= 215.45637575 kg.)

 


Simpson encontró dos cálculos biliares más, dieciocho fragmentos de hueso (de los cuales pudo ubicar once en la anatomía humana), la correa plástica de un bolso de mujer,  la tapa metálica de un tubo de lápiz labial y una dentadura postiza completa, superior e inferior. Por añadidura, “un surco en parte de un hueso pélvico mostraba que (el cuerpo) era femenino”. Como no soy médica, no sé cuan seguro podía estar el doctor Simpson de este detalle; me limito a traducir.

La dentadura permitió establecer la identidad; la persona fallecida había necesitado muchos ajustes.
Haigh, entre tanto, “hablaba mucho de haber bebido la sangre de sus víctimas y su propia orina” y ocho de nueve médicos que lo examinaron opinaron que estaba fingiendo insanía.

Pero vean ustedes lo que sucedía entre tanto con los periódicos. A veces los “chicos de la prensa” parecen pensar que los magistrados, o los médicos, o los peritos, no les dan información porque no quieren. Hay una cosa que se llama secreto de sumario. La Inglaterra de 1949 era un país de mucho respeto a las leyes y a las formas, pero...

“…el editor del Daily Mirror, Silvester Bolam, decidió publicar y afrontar las consecuencias, aunque puede haberlas calculado mal. Describiendo a Haigh como el “asesino vampiro”, aunque sin dar su nombre, el Mirror entretuvo a sus lectores con vívidas crónicas de los asesinatos y la sangre bebida y las ‘cremaciones con ácido’ de los McSwann y los Henderson. El editor fue acusado de desacato, y el Presidente de la Suprema Corte (Lord Chief of Justice) y otros dos jueces juzgaron el caso. Silvester Bolam se disculpó por un grave error de juicio. ‘Esto no es un error de juicio (judgement)’, dijo el Presidente de la Suprema Corte, ‘Es una cuestión de principios (policy).’ Ordenó que los propietarios del periódico comparecieran ante la corte. ‘Que los directores tengan cuidado’, advirtió. ‘Si para aumentar la circulación de su periódico se aventuran a publicar otra vez un contenido como este, los propios directores pueden descubrir que el brazo de la corte es lo bastante largo para alcanzarlos en forma individual.’ Al Daily Mirror le aplicaron una multa de diez mil libras y le ordenaron pagar costas, y a Silvester Bolam lo sentenciaron a tres meses en la cárcel de Brixton.”


Vaya uno a saber qué corrientes subterráneas podía haber. Aunque como ejemplo es extremo, creo que vale la pena citarlo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Tres meses de cárcel y los dueños del periódico enojados con uno por valor de diez mil libras. De aquella época.

El juicio fue notorio. La defensa propuso ‘culpable pero insano’. Simpson es categórico:

“Había, por supuesto, una explicación perfectamente racional para todos los asesinatos de Haigh, incluyendo aquel por le cual lo juzgaron. Vivía del asesinato. Su beneficio por matar a los McSwann fue de más de cuatro mil libras, y había ganado tal vez el doble al eliminar a los Henderson. No esperaba tanto de la señora Durand-Deacon, pero tenía deudas e iba a conseguir por lo menos un respiro con el producto de sus joyas (cien libras) y el tapado de Astrakán (que valía unas cincuenta libras).”

“Al jurado le llevó sólo dieciocho minutos decidir que Haigh era culpable y estaba cuerdo, y lo ahorcaron en la cárcel de Wandsworth.”

El caso despertó mucho interés por el problema de la disolución con ácido. Un doctor Turfitt, de la policía, realizó experimentos.

“Encontró que un pie humano amputado se disolvía completamente en cuatro horas, pero un hueso de una pata de cordero, despojado de la carne, tomó cuatro días. El factor importante era el calor generado por la interacción del ácido y el agua presente en un cuerpo completamente hidratado.”

“Pero Haigh fue demasiado impaciente. Otro experimento mostró que la resina acrílica de que estaba hecha la prótesis dentaria se hubiera desintegrado por completo si la hubieran dejado sumergida durante tres semanas.”

“Resulta claro según nuestros experimentos en digestión que los cálculos biliares podrían haber quedado en el patio durante años, y todavía se hubiera podido demostrar que eran humanos, pero no me hubiera gustado presentarle al Fiscal General (DPP) una identificación basada en un par de cálculos biliares y un poco de grasa.”



 
 

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